domingo, octubre 21

Argumento para una película de Jolivud


Un hombre tiene una familia hermosa. Una mujer, dos hijas, una adolescente y la otra en edad de escuela primaria, y un niño pequeño. Viven una vida ideal, tranquilos en una zona semi rural, conectados con la naturaleza: cocina a leña que el hombre hacha de troncos caídos, animales de granja, una pequeña huerta. Las niñas van a la escuela en un pueblo cercano. La madre allí  las lleva cada mañana y vuelven cada tarde traídas por el vecino que trabaja en el pueblo y es gran amigo de la familia, y conoce al padre mucho antes de que se casara con la madre de las niñas.
De repente, una desgracia viene a ensombrecer la vida del hombre: ha descubierto que tiene cáncer de estómago. Se debate entre contar a su familia su enfermedad y destruir la perfecta armonía en la que vivían o callar hasta que sea inevitable contarlo. Una dificultad agrava su situación: el hombre es un extraterrestre llegado al planeta Tierra junto con su amigo vecino. Su familia no lo sabe. Someterse a los cuidados médicos que requiere su condición implica revelar su verdadera naturaleza.

El hombre opta finalmente por revelar su condición de enfermo de cáncer y de  extraterrestre a su familia.
Después de la sorpresa inicial, su familia acepta la situación y decide hacer todo lo posible para que el hombre luche por su vida.
Finalmente el hombre, que posee una fortaleza especial dada su condición de alienígena y fortalecido por el apoyo y amor de su familia, logra curar su enfermedad.
Las niñas, confiesan que ellas también tienen rasgos extraterrestres (fuerza extrema, capacidad de transformar sus brazos en tentáculos). El film cierra con el niño, a quien repentinamente se le caen los dientes de leche y le aparecen en su lugar dientes cónicos, como los del padre. En medio de las risas de todos, la familia, el vecino y su nueva novia, se abrazan.

21/10/2012

miércoles, octubre 3

Alien


Parece otra vida la vida que entonces viví. Parece que pasó hace tanto tiempo. Los lugares donde estuve, la gente con la que andaba. Los amores y los besos. Parece que fueron dados por otra, no por mí. Como si lo hubiera leído. Como si estuviera leyendo lo que alguien hizo, una mujer, tiempo atrás. No yo. Música que ya no me gusta me hacía llorar de una forma… me hacía amar de una forma. El olor a cigarrillo en la habitación cerrada de cuando no decía que fumaba. La ventana abierta y ese ruido de la noche entrando, ruido que es como la marea, al borde de la playa, pero sin olas romper, sin el estallido final. Ese sonido extraño al que le decimos silencio. De noche pasaba el camión de la basura. Esperaba ansiosa ese recorte en el tiempo, esa marca que daba la hora. Añoraba enamorarme de uno de los muchachos que gritaban envueltos por el tufo terrible que a veces subía. Un chico una vez me dijo que a veces pensaba en renunciar a su trabajo, de oficina, supongo, los oficinistas y ciertos empleados no dejan nunca de ser románticos, como en la obra de Arlt, pensaba en renunciar y hacerse basurero, (carraspeo) recolector. De ese romanticismo hace tanto tiempo. Parece de otra. Cómo se miden diez años. Qué querrá decir que el tiempo pasa rápido, que los días se hacen años, que parece mentira, que parece que fue ayer, que veinte años no es nada. Mi cuerpo recuerda olores, sonidos, calores, no distintos de los que produce una película, un libro. O las canciones.